sábado, 5 de mayo de 2012

CRISTO

La imagen se hace carne, color y vida en un cuadro que nos llama a reflexionar, a meditar como si estuvieramos frente a una vidriera que transpasada por los rayos del sol expande su amor directamente a nuestro espíritu. Su hermosura ante una real presencia, conjuga el arte y la fe como testimonio del misterio. Vicente Enguídanos es el pincel que ora pincelada tras pincelada para crear amando al que tantas veces llama su maestro.